La
figura del bárbaro que abraza la causa de Ravena, la figura de la mujer europea
que opta por el desierto, pueden parecer antagónicos. Sin embargo, a los dos
los arrebató un ímpetu secreto, un ímpetu más hondo que la razón, y los dos
acataron ese ímpetu que no hubieran sabido justificar. (¨Historia del guerrero
y la cautiva¨, José Luis Borges (1949)
Borges nos dice que
tanto la historia del bárbaro y de la mujer europea, que pueden parecer
totalmente diferentes, son similares, casi iguales cuando él dice ¨Acaso esta
dos historias es una sola. El anverso y el reverso de esta moneda, son para
Dios iguales¨. Borges nos dice que son iguales, ya que ambos personas, si bien
son diferentes, aceptaron con sumisión ese ímpeto o deseo impulsivo que no
podían explicar y justificar con la razón. Ellos lo aceptaron y lo pusieron en
práctica en sus vidas.
¿Cómo es que la reacción
hacia una situación o dilema nos hace iguales? Recuerdo una cita que nos decía
que si bien no podemos controlar como actúan las personas, si podemos controlar
y elegir nuestra reacción ante tales acciones. Yo puedo elegir como reaccionar
al enfrentarme a ciertos dilemas de la vida como en el caso del bárbaro y de la
mujer europea, ellos decidieron hacer lo que muy pocos hacen y lo que es menos
lógico. Al hacer esto ellos se convirtieron en héroes, porque fueron muy
valientes en hacer algo que nadie entendía o comprendía.
Yo pienso que todas las
personas que son capaces de marcar la diferencia, de ser un ejemplo a pesar de
que todo esté en su contra, son héroes y heroínas. Es como en el Evangelio, que
no es fácil de seguir ya que es un camino estrecho y angosto, pero al final del
camino podemos recibir nuestro galardón, un premio a nuestro esfuerzo y
perseverancia, que es más precioso que cualquier cosa terrenal. Si fuera así, ¿qué
clase de héroe o heroína somos? ¿Cómo marcamos la diferencia? ¿Cuál o cuáles
son mis súper poderes? ¿Cómo puedo ser un mejor héroe o heroína? y finalmente ¿Soy un héroe de acción?
No hay comentarios:
Publicar un comentario